POEMA DE LAO GUILLÉN, DEL LIBRO
‘EL RUIDO DE LAS FLORES’
La luz
Llueve entre dos luces
Esos días
El suelo húmedo
Refleja la cara de los niños
Riéndose de las estatuas
Que se ahogan en los charcos
Llueve en gris.
Esos días
Vuelan pájaros de plomo
Por el cielo
Y los niños buscan un cuadro en el muro
Por donde escapar del ruido de las flores
Pero es al atardecer
De esos días.
Cuando las mujeres
Que han estado guardando
Una lágrima en un bolsillo
– Esas mujeres, al atardecer –
Hacen que se vuelvan diáfanos
Los velados abanicos